LOCURA: Todos nos volvemos cada día un poco más locos, y cada uno de una locura diferente. Ésa es la razón por la que nos comprendemos tan mal los unos a los otros. Yo mismo me siento alcanzado por la paranoia y la esquizofrenia. Además, soy hipersensible, cosa que deforma mi visión de la realidad. Lo sé. Ahora intento, en vez de sufrirla, utilizar esa locura como motor para todo lo que emprendo. Pero cuanto más triunfo, más loco me vuelvo. Y cuanto más loco me vuelvo, mejor alcanzo los objetivos que me fijo. La locura es un león furioso escondido en cada cráneo. Sobre todo, no hay que matarlo. Basta con identificarlo y domarlo. Vuestro león domesticado os conducirá entonces mucho más allá que cualquier maestro, que cualquier escuela, droga o religión. Pero, como ocurre con toda fuente de poder, hay un riesgo si uno juega demasiado con su propia locura: a veces el león, sobreexcitado, se vuelve contra quien quería domarle.
EDMOND WELLS Enciclopedia del saber relativo y absoluto, tomo II.
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